En el Islam, la guía es uno de los mayores dones de Allah: es lo que lleva el corazón de la confusión a la claridad, del pecado a la rectitud y de la oscuridad a la luz. El Corán y el Profeta Muhammad (la paz sea con él) son descritos como faros de luz, iluminando el camino de la verdad y la salvación. El creyente que sigue la guía divina camina en paz, certeza y conexión con el Creador.
En el Islam, la guía (hidayah) significa ser dirigido al camino recto — una vida de fe, moralidad y sumisión a Allah. Es una bendición que Allah otorga a aquellos que la buscan con sinceridad.
"En verdad, este Corán guía hacia lo que es más justo y correcto." 17:9
Allah guía a quien Él quiere, basado en sabiduría, justicia y el esfuerzo del que busca. El creyente constantemente pide esta guía en cada oración.
El Corán usa la luz como una metáfora para la guía, la fe y la verdad divina. Así como la luz física disipa la oscuridad, la luz divina disipa la ignorancia, la duda y el pecado del alma.
"Allah es la luz de los cielos y de la tierra... Luz sobre luz. Allah guía hacia Su luz a quien Él quiere." 24:35
Esta “luz sobre luz” expresa la iluminación en capas del corazón a través de la revelación, la sinceridad y la misericordia divina.
El Corán es referido tanto como guía como luz. Guía a los creyentes hacia la rectitud y les ayuda a distinguir la verdad de la falsedad.
"De hecho, les hemos enviado un libro claro y una luz." 5:15–16
Cada versículo del Corán sirve como fuente de sabiduría y dirección para el alma — una brújula espiritual en tiempos de oscuridad.
El Profeta Muhammad (la paz sea con él) fue enviado no solo con un mensaje, sino como un modelo viviente de luz y guía. Su carácter, sus palabras y sus acciones reflejan la verdad divina.
"Oh, Profeta, en verdad te hemos enviado como testigo, portador de buenas nuevas y advertidor, y uno que invita a Allah con Su permiso y como una lámpara iluminada." 33:45–46
Se le describe como “sirajan munira” — una lámpara radiante — que ofrece claridad en un mundo de confusión e injusticia.
La guía es tanto una oración como un proceso. Los musulmanes la piden en cada unidad de oración con la frase: "Guíanos por el camino recto". Pero también deben actuar conforme a esa guía una vez que la reciben.
"En cuanto a aquellos que están guiados, Él los aumenta en guía y les da su rectitud." 47:17
Aceptar la guía conduce a la paz interior y la claridad. Rechazarla trae ceguera al corazón, incluso si se ve con los ojos.
En el Día del Juicio, la luz no solo será simbólica, sino también literal — los creyentes recibirán luz mientras crucen el camino hacia el Paraíso. Su luz reflejará el nivel de su fe y obediencia en este mundo.
"El día que verás a los hombres y mujeres creyentes, su luz irá delante de ellos y a su derecha... su recompensa está con Allah." 57:12
Los que vivieron por la luz de Allah en este mundo serán guiados por esa luz en el próximo.
En el Islam, la guía no es un evento único — es un viaje continuo. La luz de la fe debe ser nutrida con aprendizaje, adoración, humildad y sinceridad. A medida que los creyentes siguen este camino, nunca están solos — la luz de Allah está con ellos, guiando cada paso, iluminando cada duda.
Que todos seamos de aquellos a quienes Allah guía con Su luz y que llevemos esa luz al siguiente mundo con paz y éxito.